NCP

Después de la estruendosa derrota propinada en Bariloche por los presidentes soberanos de Latinoamérica al indigno narco-paramilitar ”presidente” colombiano, Uribhitler, y de la semana de descanso que se tomó aduciendo una gripe porcina, se produjo lo que todos sabíamos: la aprobación por el senado y la cámara de representantes del referendo, de espaldas al país y contra el querer de las mayorías. Referendo que pretende llevar a Uribhitler a un 3 período.

Nada podría ser más nefasto para el pueblo colombiano. Un país en completo colapso económico, con un ídice de pobreza de un 70%, y una economía que se mantiene medio boyante por los narco-dólares que le llegan del narcotráfico de los socios del narco-presidente, no aguanta más desmedro en el manejo de la cosa pública.

La corrupción campea por todo el país y a todos los niveles. Según la Contraloría 3.500 millones de pesos se pierden cada día en Colombia y van a parar a los bolsillos de los parásitos que dicen llamarse los defensores de la ley, la justicia y el orden. El desmedro administrativo es patente en todas las instituciones estatales y la feria de las instituciones estatales sigue su curso aplicando las recetas fondomonetaristas que aún hoy insiste en un neoliberalismo que ha demostrado que lo único que lleva es hambre, miseria y muertes a los pueblos, en tanto el ”socialismo” estatal les resuelve la crisis financiera que se ha producido por sus malos y fraudulentos manejos.

En todo ese desmedro se recurre al expediente del ”nacionalismo”, del ”chovinismo”, del ”enemigo externo” ya que el ”interno” no es suficiente, y se ataca países hermanos, en especial a los pueblos y gobiernos de Venezuela y Ecuador, ya que son los más claros en el momento de enfrentar las pretensiones rapaces del imperio.

Mas la derrota que les infringió en el día de ayer el pueblo colombiano es una muestra de ese espíritu gallardo, valiente, de los ”bravos indios suramericanos” que caracteriza a todos los habitantes de Suramérica. Que no se equivoquen ni el imperio estadounidense ni la narco-para-oligarquía, hoy representada por un miembro del Cartel de Medellín, el ideador de la exportación de cocaína en aviones, Uribhitler.

Hoy el pueblo colombiano da un parte de victoria y una muestra que a pesar de la movilización de sus recursos mediáticos, está totalmente convencido que la cosa no es con los países hermanos, sino con el imperio que pretende recuperarse de su crisis financiera metiendo sus garras ensangrentadas en nuestros recursos naturales, y adelanta planes a corto, mediano y largo alcance para continuar usufructuando nuestro petróleo, nuestro oro, nuestro níquel, nuestros recursos farmacéuticos, y nuestra agua, la cual será una de las causas de las próximas guerras.

Definitivamente quedó demostrado que "Uribe no es Colombia". Colombia es su pueblo, luchador, gallardo, hospitalario, y hermano de sus hermanos y amigo de sus amigos.