
NCP
La Semana 32 estuvo signada por la gira de la ignominia realizada por el narco-paramilitar presidente colombiano, Álvaro Uribe Vélez, Uribhitler, quien estuvo en Argentina, Bolivia, Perú, Paraguay, Uruguay, Brasil y Cile, siendo recibido por los mandatarios de éstos país a petición del propio Uribhitler para "explicar" las 7 bases militares gringas en territorio colombiano, lo cual convierte a Colombia en una inmensa base o colonia gringa.
Es de señalar que ante el mandatario colombiano, salvo el apoyo del presidente de Perú, todos fueron enfáticos en señalar que la instalación de esas bases son problema de la soberanía colombiana hasta que las tropas, aviones, o navíos gringos traspasen las fronteras colombianas para agredir a otros países de la región. Igualmente es necesario recalcar que entre los objetivos de "combatir el narcotráfico y el terrorismo" está la pretensión gringa de convertirse en el policía de latinoamérica que se arroga el derecho de intervenir en los asuntos internos de los países de la región so pretexto de "salvar la democracia".
Lógicamente, esos objetivos no sólo atentan contra los derechos del pueblo colombiano de autodeterminar su propio modelo de sociedad y sistema, sino que atenta contra el derecho de autodeterminación de los países latinoamericanos. Por tal razón, los países latinoamericanos han manifestado su condena a la instalación de las bases gringas en Colombia y tal punto será abordado por la próxima cumbre de Mercosur a realizarse en Quito, cuando Ecuador entre a ejercer la presidencia del ente regional.
Igualmente la instalación de las bases gringas en Colombia demuestra que el régimen colombiano ha sido incapaz de vencer militar y políticamente a la guerrilla de las FARC y la narco-para-oligarquía de la Casa de Nariño antipatrióticamente entrega la soberanía nacional a contraprestación de que las tropas gringas se inmiscuya en el conflicto interno mucho más de lo que está ahora y en el cual los gobiernos de Estados Unidos han gastado más de 6 mil millones de dólares, convirtiendo a Colombia en el tercer país receptor de ´ayuda´ militar estadounidense del mundo.
El pueblo colombiano, y los pueblos latinoamericanos, han manifestado de diferentes formas su rechazo a la pretensión de la instalación de las bases, enarbolando firmemente la bandera de la paz y la solución política al conflicto interno colombiano, única forma de impedir la injerencia maléfica de los gobiernos de Estados Unidos en nuestros países.
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