
Colombia obtuvo la deshonrosa distinción de ser el país más violento de centro y suramérica. El propio ministerio de defensa dice que 5.270 homicidios, entre ellos 42 indígenas y 11 sindicalistas, en los cuatro primeros meses del año.
Es la in´seguridad democrática´ del régimen narco-paramilitar. Es el resultado del gasto de más de 20 millones de dólares diarios gastados en la guerra a costa de la salud, la educación, la vivienda, adecuados servicios públicos, carencia de entretenimiento. Es el resultado de unas políticas de guerra que está demostrado llevan a cualquier país al despeñadero.
Pero en su mente obtusa los inquilinos de la Casa de Nari sólo piensan en más plata para la guerra. O los encargados de la Protección Social defendiéndose de las acusaciones del delito de cohecho para que su jefe estuviera cuatro años más como inquilino de la Casa de Nari. Delitos, corrupción, Guerra. Guerra y más guerra. Y entre ellos más ordenan hacer la guerra más se está incubando el estallido social en Colombia.
Ya lo verán!
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