El Senado contra viento y marea aprobó esta semana el referendo re-eleccionista. No importa que estén investigando al 60% de los parlamentarios, los corrompidos parlamentarios quieren asegurarse un tercer período de Uribhitler para seguir exprimiendo las arcas oficiales y seguir enriqueciéndose con los negocios ilícitos que van desde serruchos hasta narcotráfico. Triste espectáculo de un parlamento profundamente corrompido y desprestigiado ante los colombianos. Nunca antes en la historia colombiana había llegado tan profunda la corrupción y el desprestigio del parlamento y de la Casa de Nari, al punto que los colombianos dicen que de la Casa de Nari hasta el parlamento se percibe un olor nauseabundo.